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EL VELO DE ESPAÑA

Resulta asombroso lo “papista” que en ocasiones llegamos a ser algunos españoles, cuando nos posicionamos a favor de una corriente u opinión sobre temas de actualidad y que crean diferentes puntos de vista. Yo tengo que expresar mi malestar por tales comportamientos, sobretodo, porque en ocasiones como la que trato hoy, están provocados por la manipulación política de ciertos sectores acostumbrados a la agitación popular, y por una inmensa mayoría de medios de comunicación. Hablo del caso de la estudiante de Pozuelo de Alarcón (Madrid), la musulmana Najwa, a la que se le había prohibido asistir a su colegio con la cabeza tapada, y por tanto, prohibiéndole el uso de una prenda para ella muy importante, el velo islámico. El centro escolar, como cualquier centro de enseñanza, tiene unas normas que, al parecer, algunos están interesados en saltarse, dando un mal ejemplo a los jóvenes estudiantes de este país, de lo que significa acatar leyes y reglas. Lo lamentable de esto es que, personalidades de la política, asociaciones y otros colectivos, cuestionen las reglas que un centro escolar estime conveniente para aplicar la enseñanza. El centro escolar donde a Najwa le prohíben usar el pañuelo en la cabeza, es el mismo centro que prohíbe llevar gorra, sombrero o cualquier otra prenda que cubra parcial o totalmente esta parte del cuerpo. Entonces, por qué ningún medio de comunicación se interesó de que a “Pablito”, no lo dejaban asistir a clase con la gorra de su equipo de fútbol favorito o de que a “Lalita”, no le permitían llevar la pamela que le regalaron por Navidad. No se puede ser tan ruin y mezquino intentando equivocar a la opinión pública, y no solo eso, sino engañarla hasta la saciedad. En España, debe prevalecer el respeto, la ética y las leyes sobre cualquier Fe religiosa, sea de la creencia que sea. En este caso, no hay ningún indicio de racismo o xenofobia en contra de la joven, tal y como nos han querido hacer ver. Aquí, en España, se procesan muchas religiones, pero ninguna debe imperar sobre las leyes de este país y no debería tampoco, sobre las normas internas de edificios y centros públicos. Aquí no hay víctimas. Aquí hay un claro posicionamiento radical muy claro, y no por parte de las normas del centro, que por supuesto, trata a todos por igual porque nadie en ese colegio, puede llevar nada en la cabeza. Ya lo último es pretender obligar a los centros públicos a que se lleve, sí o sí, el velo islámico. ¿Por qué?. En este país libre, cada cual que vista como quiera, pero llegados a una propiedad pública o privada, hay que acatar normas, y el que no quiera, no sepa o no pueda aceptarlas, puede volverse por donde llegó hasta encontrar el lugar donde le acepten, y no me refiero a este país, sino a lugares públicos o privados. A mí, cuando en un ligar público o no, me han prohibido el acceso por algún motivo, a veces sorprendente, siempre he tenido dos opciones: la primera, acatar lo que me dicen. La segunda, volverme por donde llegué. En Turquía, desde el año 1980, se tiene prohibido el acceso con velo a edificios públicos (colegios, universidades, ayuntamientos, bibliotecas, etc.), y eso que, el 99,8% de la población, profesa la fe islámica. Y en todo caso, puestos a ser realistas, cuando una persona viaja a otro país, debería cuanto menos cumplir con sus normas y adaptarse. Aquí cualquiera puede vestir como quiera, creer en la religión que le de la gana, militar en el partido político que más le convenga, pero aquí, españoles y residentes no españoles, respetan las leyes y normas, vengan de donde vengan. Solo nos faltaría agitar a la población para salir a las barricadas y protestar por lo que nos hace llevar una mejor convivencia.