CONTADOR DE VISITAS

Extremeños, ciudadanos de tercera

Lamentablemente y en pleno siglo XXI, Extremadura, a comparación de otras muchas comunidades autónomas, sigue siendo una región en la que los habitantes jugamos en tercera división. Históricamente, fuimos una región para el recreo y regocijo de las grandes fortunas y en la carrera, otros partían con una gran ventaja y muchos años de distancia. Poco a poco, con el esfuerzo de todos los extremeños y no solo por los políticos, Extremadura se ha situado por delante de otras comunidades en Sanidad, Educación o Nuevas Tecnologías, pero aun hay cosas que nos dejan por detrás del resto de España que son indispensables para el desarrollo económico y social y seguimos sintiéndonos marginados, discriminados y engañados. Aunque tenemos buenas carreteras, los extremeños no podemos viajar en avión a Madrid si no se dispone de una buena cartera llena de billetes de 500 euros. No podemos coger el AVE para ir a Valencia sin pasar antes por Madrid o Sevilla, y muchos extremeños, siguen saliendo fuera a estudiar una carrera y a buscar su futuro laboral no por gusto, sino porque la situación después de tantos años, sigue siendo la misma. Ahora toca el Eje 16, una infraestructura ferroviaria para trenes de mercancías totalmente independiente a la de pasajeros, que traería a esta comunidad más empleo, más riqueza y mayor prosperidad y por supuesto, ponernos a la altura del resto y que desde Madrid nos niegan. Nos ningunean y vuelven a dejarnos después de otra legislatura sin AVE, ahora sin Eje 16 y sin ser capaz de que los extremeños, podamos llegar en avión al resto de capitales españolas a un precio asequible como del que disfrutan madrileños, andaluces, valencianos o catalanes. El próximo día 20 de noviembre hay elecciones generales y los extremeños tenemos la obligación de exigir a los partidos políticos, compromisos y fechas, y poner a cada uno en el sitio que hoy por hoy, merecen muchos de nuestros políticos, a ver si así algunos aprenden que si quieren engañar, lo hagan en sus casas pero no al resto de ciudadanos.